Si se puede decir así, ahora en Suecia se están viviendo los días más peligrosos del año.
Y es que con tanta nieve que ha caído durante el invierno, ahora se forman unas placas y bloques de hielo como jamás había visto en mi vida.
Desde los tejados caen trozos de nieve congelada, convertida en duros y peligrosos trozos de hielo, algunos del tamaño de un balón de baloncesto. De hecho la ciudad entera está balizada con señales de peligro por desprendimiento de hielo desde los tejados y los trabajadores del ayuntamiento no da a basto a limpiar los tejados, trabajo que ya llevan haciendo 4 meses sin descanso.
Todos los años se producen accidentes por esta causa y aunque no muchos pero si que muere alguien por caída de trozos de hielo de gran tamaño.
Pero no se queda ahí todo, sino que además es sumamente peligroso andar por la calle, porque la nieve, de tanto pisarla se ha convertido en hielo duro, y no son pegotes como en algunas ciudades, sino que está todo completamente cubierto de una capa de hielo de varios centímetros, y seguirá estando así durante bastante tiempo hasta que el sol consiga derretirla o los servicios de limpieza consigan arrancarla.
Ni llevando botas con clavos o el más extremo cuidado se está libre de una caída en el hielo y es raro quien en este año no ha sufrido en sus carnes la dura y fría sensación de caer estrepitosamente en el hielo.
Por suerte hoy puedo decir que este año me he librado de esas desafortunadas caídas, no así el año pasado, pero debo seguir teniendo mucho cuidado porque como digo la posibilidad se alargará todavía al menos por un mes más, porque aunque sale el sol y las temperaturas no son tan bajas como antes, si que seguimos estando a varios grados bajo cero a diario y así no será posible que desaparezca ni el hielo ni la nieve en las próximas semanas.
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