martes, 12 de enero de 2010

Sobre inclemencias y ceporros

De todos es sabido que las inclemencias del tiempo son impredecibles y poco se puede hacer contra ellas, pero comportarnos como auténticos ceporros cuando estas son severas es lo último que debemos hacer.

Semanas atrás ha estado nevando en una gran parte del territorio español, se han superado temperaturas mínimas, han caído cantidades ingentes de agua, se han helado carreteras y aeropuertos, etc., pero no es nada que no haya ocurrido antes y lo más importante, nada que no se avisara unos cuantos días antes, con tiempo suficiente como para actuar en consecuencia.100_9884

Pero aún así, aunque todos los medios han alertado a la población, y todos los planes de contingencia estaban activados tiempo antes y teóricamente todo listo para paliar las consecuencias de una simple tormenta de nieve y frio, el país completo se ha quedado paralizado y los problemas se han multiplicado por miles a lo largo y ancho de nuestra geografía.

Da igual que fuera norte o sur, este u oeste, en cualquier lugar se podían encontrar problemas derivados de la ineficacia, la poca previsión, la torpeza, etc. pero sobre todo de lo CEPORROS con mayúsculas, que somos.

En lo que a mi me concierne me parece que me ha tocado algo leve, pero aún así jodido, porque no me ha hecho ninguna gracia perder vuelos por estar cancelados, hacer interminables colas, pasar hambre, frio, calor, cansancio, etc. sin tener culpa ninguna, y tener más gastos que seguramente nunca recuperaré.

Y quien piense que no somos ceporros, y ojo que podría usar calificativos más fuertes pero no me parece justo con aquellos que simplemente hayan tenido mala suerte, que me diga y me consiga explicar alguién porque te avisan en el aeropuerto de Granada que un vuelo está cancelado, 10 minutos antes de que supuestamente salga, sin embarcar y sin ni siquiera presentare nadie en los mostradores de facturación para avisar que el avión en el que debíamos volar no había llegado, ojo, no en ese momento, ni siquiera horas antes, sino que no había llegado al día de antes al aeropuerto y como es lógico no podría salir al no estar. ¿si lo sabían al menos 12 horas antes porque no avisaron de algún modo? Ni en los páginas web de AENA o Iberia lo anunciaron, ni sms, email o un simple cartel escrito a mano en el aeropuerto, o lo que es normal, que el personal de Iberia haga su trabajo y se presente una persona comunicandolo cuando los pasajeros empiezan a hacer acto de presencia incluso antes de las 6 de la mañana (el vuelo salía a las 7:00 y te obligan a estar en el mostrador de facturación al menos 45 minutos antes del despegue cuando ellos ni se presentan) ¿estaban durmiendo al saber que o saldría el vuelo y no tenían que preocuparse mucho? No quiero ni pensarlo.

¿Porque ofrecen desplazamientos alternativos al aeropuerto de Barajas cuando saben de sobra que este está completamente colapsado y ellos contribuyen a colapsarlo más aún y cabrear a la gente sabiendo que no conseguirán un vuelo?

Ya que han jodido a miles de personas con este ataque de ceporrismo ¿porque no ofrecen alguna forma de compensación o simplemente intentan aplacar los nervios de la gente con una bebida caliente? Había gente durmiendo en el suelo de la moderna y lujosa terminal 4 de Barajas, sin comida ni bebida y sin explicaciones ni una idea clara de cuando podrían volar.

Y así la lista podría continuar con cientos de preguntas que nadie sabe responder porque lo digo desde el principio, en España estamos muchos ceporros que nos dedicamos a mirar nuestro ombligo y nos importa un huevo el de los demás pero las consecuencias las sufrimos todos y al final se nos da la vuelta la tortilla y los mismos ceporros terminan sufriendo del mismo modo.

Incluso en ocasiones ni el nuestro propio, en Madrid, pese a la nevada y el “mal” estado de las carreteras en la misma ciudad, la gente cogía el coche para ir a ver la nieve e incluso salir al cine o dar una vuelta aunque en los medios se decía claramente que harían falta cadenas y preparativos especiales para los vehículos que tuvieran que circular por fuerza. Pero como somos ceporros y animales de bellota pues nos pasamos por el arco del triunfo las sugerencias y al final terminaban muchas personas incluso teniendo que abandonar el coche en una cuneta por ser incapaces de moverlo debido a la nieve, cientos de vehículos, los que tenían más suerte claro, que volverán en un día o dos y se lo volverán a llevar si es que el vehículo sigue allí; y los que tenían menos suerte o son más ceporros, han tenido que llamar a la grúa para que les lleve el coche a un taller con múltiples desperfectos y ojalá sin daños personales.

Así se colapsa un país por un temporal de tan solo un día, siendo ceporros a todos los niveles.

Y es que no se salva nadie, porque incluso sabiendo que esto ocurre al menos una vez al año, las autoridades y gobiernos no le ponen solución y cada año se repite la misma historia, y una serie de gastos para un país que seguro son mucho mayores que los derivados de prepararse bien para este tipo de emergencias.

No quiero ni imaginar que imprevistos como este se produjeran durante periodos más largos o más a menudo. Con seguridad plena habrá muchos que digan que entonces estaríamos más preparados, pero eso está por ver.

Lo que si es cierto es que si el cambio climático es tan severo como nos dicen políticos y científicos, debemos ir pensando TODOS en adaptarnos y prepararnos un poco para lo que nos puede venir porque sino la catástrofe será mucho mayor que la que nos cuentan en las películas catastrofistas que tan de moda están.

¿acaso nos avisan de lo que se nos viene encima para que no nos pille desprevenidos? Ojalá no pase, pero ojalá estemos preparados adecuadamente si llega el momento, si no, como se suele decir, que dios nos coja confesados.

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