martes, 5 de mayo de 2009

España contra Suecia


¿O debiera escribir Suecia contra España? No se!

Pero da igual, la cuestión es que ayer chateando con, mi muy español y defensor a ultranza de lo ibérico, amigo Francisco; me reprendió un par de veces porque atacaba demasiado a España ensalzando las virtudes de Suecia en demasía.

Esta mañana mientras iba en el autobús iba pensando en ello y me decidí a tomar nota y pensar un poco en las cosas que después de vivir en Suecia un año puedo comparar.

Así que voy a retomarlo (porque empecé hace tiempo ya... Lagom: Spain vs Sweden). Voy a ir viendo, pensando y anotando que me gusta y que no de Suecia y España respectivamente, y voy a intentar ser lógico, al menos, consecuente con lo que pienso y siento, que obviamente no tiene que estar en relación con los demás, con lo cual habrá quien encuentre determinadas cosas ridículas, pero para mi son importantes en cierta medida y no espero ni que lo sean para los demás ni que tengan todas el mismo valor o peso en el quehacer diario o la forma de vida.

Para empezar algo sencillo y lo que me ha llevado a pensar en ello esta misma mañana..

Suecia:

Odio que no existan persianas en las casas, durante la época de primavera y verano hay demasiada luz y no es fácil dormir con tanta luz a las 4 o 5 de la madrugada, así que ya podían comercializar aquí las persianas de toda la vida de España. Hay cortinas gruesas, estores, persianillas de mil tipos.. pero no persianas para dejar el dormitorio completamente a oscuras.

Adoro que se pueda pagar con tarjeta en todos los establecimientos, y digo todos y cualquier cantidad, ya sea un coche o un panecillo que cuesta 1 euro. Sin pegas, sin malas caras y sin preguntar lo más mínimo. Aquí te olvidas del efectivo si quieres.

España:

Odio el clima del verano, demasiado calor, insoportable, al menos si estás trabajando porque si es para estar en la playa tumbado o a la sombra en el chiringuito estupendo, para el resto horrible.

Adoro la comida española, digamos lo tradicional español, porque aunque aquí también hay no es ni tanta ni tan barata como en España. Todo aquello que no sea español me da igual porque aquí también lo hay, incluso más.

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